El arquitecto Frank Lloyd Wright era ya un reconocido artista a principios del siglo XX. El contaba con proyectos e ideas sin control, era un genio en todo su esplendor. Los diferentes medios de comunicación se peleaban por tener una foto y una sola declaración del arquitecto, mientras él, sumergido en las mieles del éxito comenzaba a planear su propia vivienda.
Éste sería el mejor proyecto de Frank Lloyd Wright. El estaba convencido de crear la casa más hermosa y amplia para poder ser libre en ellas.
En aquellos años, su fama y su profesionalidad encantaban a propios y extraños. En especial, a mujeres con familia que, enamoradas del arquitecto, sostenían romances fugaces, pero intensos con él.
Lloyd Wright, entusiasmado por comenzar una nueva vida más libre y estruendosa, se mudó a la paradera de Spring Green. Ahí, entre vegetación, pequeños animales y el apoyo de sus allegados, empezó con la infalible planeación de su hogar.
Taliesin, la casa de sus sueños
Por la zona, apenas había una decena de viviendas, todas ellas estaban rodeadas por granjas y campos de cultivo. Hoy es un suburbio tranquilo, al que se llega con la línea de metro verde, solo perturbado por los pequeños grupos de turistas que vienen a ver la casa-estudio de Wright.
La construyó en 1899, cuando apenas tenía 22 años y todavía sorprende por su modernidad en comparación con las viviendas de su tiempo, por adelantar características que el arquitecto desarrollaría durante su carrera: La horizontalidad, la ornamentación geométrica, la apertura de espacios en el interior frente a las divisiones del estilo victoriano, la preservación de la intimidad y la integración de la naturaleza.
La tragedia en Taliesin
La mayoría de veces, el tenia que salir fuera de casa a trabajar y su adorado Taliesin ya se erigía en la pradera. Mamah Cheney quien era su pareja en ese entonces, gozaba de la casa y los hijos de ambos tenían días inigualables. No obstante en 1914, la pradera se encendió en llamas y humo.
Entre la amante de Frank Lloyd Wright, sus hijos y algunos aprendices del arquitecto eran siete personas las que habitaban el lugar. Por otro lado, el mayordomo personal de Lloyd Wright acudía constantemente a la casa, aunque al momento de incendio él no estaba adentro.
Tiempo después, el mayordomo confesó la verdad y asumió la culpa sin decir realmente por qué realizó semejante crueldad. La tragedia no sólo terminó con la maravillosa construcción de Lloyd, sino que la vida de las 7 personas se consumió en llamas, llevándose personas importantes del arquitecto.
Frank Lloyd Wright reconstruyó Taliesin una vez más, con el pesar de haber perdido a su familia por motivos despiadados y desconocidos. Lastimosamente, nuevamente se quemó. Existen sospechas de un nuevo culpable, pero talvez solo sea una falla y no ocasionado por alguien más. Debemos saber, que fue tan trágico y sorprendente como la primera vez.
Meses después, ante el asombro del arquitecto y de las personas cercanas a la casa, Taliesin se incendió por tercera ocasión, originando la profunda tristeza de Frank Lloyd Wright. Se creía que todo estaba bajo una maldición.
En esta casa, con toques de arquitectura oriental y maya se dictaban clases de arquitectura, como resultado muchas personas conocían el significado del hogar y el valor arquitectónico de la obra que había sido consumida por las llamas en tres ocasiones.
Finalmente, entre alumnos y algunos miembros de asociaciones se juntó el dinero para reconstruirla, en esta ocasión en Arizona. Al finalizar, se convirtió en el hogar de Wright y en el de su tercera esposa.
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