Existen al menos cuatro claves de la gestión de proyectos y equipos que te ayudarán a construir el tuyo de la manera correcta, y tener en claro que siempre puede salir muy bien o muy mal.
Sigue leyendo para que sepas esto, y un poco más, antes de formar un equipo de trabajo.
¿Sabes lo que es un equipo de trabajo?
Siempre se debe tener en mente que un equipo de trabajo es más que un grupo de personas que tienen una meta laboral en común, puesto que es necesario que se cree algún tipo de lazo que permita a estas personas sientan que están unidas por algo mucho más grande que lo que se ve básico.
Sólo de esa manera se puede asegurar que cada individuo que se encuentra participando de todo de sí mismo para contribuir con que todos los hechos se dirijan a conseguir los objetivos del equipo.
Es por esto que la construcción del equipo de trabajo se debe tomar con importancia, y dedicársele un poco de tiempo. Algo que tiene que ser responsabilidad únicamente del director del proyecto en cuestión. Siempre teniendo en cuenta que se debe ser completamente objetivos.
Es de igual manera recordar que un equipo de trabajo no se trata de formar un departamento, porque su relación está basada en alcanzar los objetivos que tienen en común. No se trata de estar presente de una manera jerárquica. Lo que se busca lograr es que todos sean uno.
Principios para la creación del equipo de trabajo
Se deben clarificar cuáles son las expectativas del equipo
La creación de un equipo de trabajo se lleva a cabo con la finalidad de que se puedan ejecutar una serie de tareas que, a medida que se avance en ellas, se cumplan los objetivos.
Ese será el motivo por el cual se ha creado dicho equipo, y es importante que todos los participantes lo tengan bien en claro. De esta manera la comunicación será buena, y se dará importancia sólo a acciones que contribuyan con que se logren las metas en común.
Se debe generar compromiso
Ya que se tenga conformado todo el equipo, y se sepan cuáles son los objetivos que tienen en común, es importante que se genere un nivel de compromiso por parte de cada uno. Y, para ello, algunas veces se requiere también beneficiar a los trabajadores de forma personal.
Antes de formar un equipo que carezca de compromiso tienes que preguntarte cuáles son las personas que realmente quieren participar, si estas recibirán algún tipo de beneficio en cuanto a su propio desarrollo, y cuáles son los beneficios individuales que les estás ofreciendo para motivarlos a seguir.
Promover la colaboración
Se sabe que muchas veces es mejor dejar que los equipos trabajen de forma autónoma, pero no se puede olvidar que es importante que exista un gran nivel de comunicación por parte de todas las personas que hacen vida de él. Y existen algunos aspectos que quizá quieras tener en cuenta:
- Si tus integrantes poseen buenas habilidades para comunicarse e interactuar.
- Si los participantes del equipo tienen claros cuáles son sus roles, y responden de la manera correcta. En caso de que haya surgido algún líder, tendrás que aceptarlo de forma natural.
- Las relaciones interpersonales que puedan tener, y los conflictos que se puedan generar.
- Si se ha definido una forma de trabajar.
- Definir cuáles serán las consecuencias
Aunque haya salido bien tu gestión de proyectos y equipos, puede que las consecuencias positivas también necesiten ser definidas. En caso de fallar, necesitarás saber también qué esperar.
En caso de que el equipo logre los objetivos es importante que sepan cuáles serán las consecuencias del hecho. Estas pueden ser promociones, visibilidad, incentivos, entre otros. En el peor de los casos, también deben saber qué esperar.
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