En primer lugar, la arquitectura emocional es un movimiento surgido en México durante el siglo XX con la finalidad de buscar una transición entre la arquitectura funcional y la recuperación de la identidad y tradición de la arquitectura del país.
En otras palabras, la arquitectura funcional evocaba, a través de espacios, la sensación de identidad y tradición del pueblo con la intención de darle un “alma” a estos espacios, dejando en segundo plano la funcionalidad.
Factores que intervienen en la arquitectura emocional
El color
La iluminación
El agua
Fuente: Revista Galenus
Máximos representantes de la arquitectura funcional
Mathias Goeritz
Considerado el principal impulsor de la arquitectura funcional en México, detalló las bases que sostienen la arquitectura funcional y aseguraba que la arquitectura es una obra de arte, resaltando esto último con sus obras.
Luis Barragán
Este conocido arquitecto mexicano también es considerado uno de los impulsores de la arquitectura emocional, debido a que sus obras resaltaban por el uso de agua, muros, vegetación, luz y color para crear sensaciones que otros proyectos no podían lograr.
Ricardo Legorreta
Similar a las obras del arquitecto Barragán, Ricardo Legorreta solía incluir muros, patios, agua, luz, color. Además, sus obras provocaban una sensación de misterio.
Obras de la arquitectura emocional
Museo Experimental El Eco / 1952
Este museo fue diseñado por Mathias Goeritz y es considerado una de las grandes obras de la arquitectura emocional por el desarrollo del lenguaje artístico, siendo un espacio de síntesis de la pintura, la escultura y la arquitectura.
Gracias a sus volúmenes geométricos, muchos han definido esta obra como una vertiente de poesía visual a escala monumental.
Fuente: Arte Ibero
Casa Estudio / 1948
La casa Estudio destaca desde la entrada destaca el fuerte color amarillo que contrasta la realidad externa de la Ciudad de México.
Su interior provoca fantasía y juego con los colores provocar sentimientos claustrofóbicos y al mismo tiempo, dar la sensación de estar en un espacio seguro.
Fuente: Arte Ibero
En conclusión, muchas personas opinan que la arquitectura emocional son más obras de arte que proyectos arquitectónicos funcionales, sin embargo, no cabe duda que su historia y las sensaciones que provocan merecen ser situadas dentro de las grandes obras arquitectónicas.
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