Luis Barragán nació en 1902 en la ciudad de Guadalajara, donde hizo sus estudios profesionales y se graduó como ingeniero civil y también como arquitecto en 1925. Luego de terminar sus estudios estuvo en Europa durante dos años, en viaje de estudios y de placer, pero sin haber estado en academia o institución alguna.
Durante este viaje se impresionó de la belleza de los jardines de las ciudades que visitó, como el Generalife de Granada y los de las villas italianas. Esto despertó el interés en la arquitectura del paisaje. Muchas de sus obras están inspiradas en el paisaje.
Trayecto de su vida
En 1936, Barragán se trasladó a la ciudad de México, donde se instalaría definitivamente. En 1940 ejerció su profesión construyendo algunos edificios de apartamentos en la colonia Cuauhutémoc y algunas pequeñas residencias.
En 1955 trabajó para el Banco Internacional Inmobiliario la planificaron completa, con jardinería y obras de ornato, del fraccionamiento residencial Jardines del Bosque, en Guadalajara. También proyectó y supervisó los jardines del hotel Pierre Marques, en Acapulco.
En 1957 fue invitado por la empresa que desarrolló ciudad Satélite, para constituir el símbolo de la urbanización. Barragán, ya con la idea definida de que consistiera en un grupo de elementos verticales de gran proyección publicitaria, invitó al escultor Mathías Goeritz a colaborar en el desarrollo del proyecto.
En 1976 el Museo de Arte Moderno de Nueva York decidió presentar la primera exposición sobre su obra y publicó el libro-catálogo de Emilio Ambasz. Esto lanzó a Barragán a la fama internacional. Ese año recibió también, en México, el Premio Nacional de Ciencias y Artes.
Premio Pritzker
"Honramos a Luis Barragán por su compromiso con la arquitectura como acto sublime de la imaginación poética. Ha creado jardines, plazas y fuentes de una belleza inquietante - paisajes metafísicos para la meditación y el compañerismo”.
Un tremendo discurso de aceptación de Luis Barragán, fue celebrado en Dumbarton Oaks, lugar de la ceremonia - una mansión del siglo XIX en el barrio de Georgetown en Washington D.C.
En el comienzo de esta, destacamos su foco en la importancia de la belleza, el silencio, la soledad, la serenidad, la alegría y la muerte.
Obras importantes:
Los Clubes (1964)
Este conjunto arquitectónico es considerado un triunfo de la geometría y la simplicidad que permite que los distintos espacios se integren de manera orgánica. Además, Luis Barragan quizo que el uso del agua sea una representación, el cual corra por un acueducto hasta caer en la pileta, que fue pensada como un bebedero para caballos.
Torres de Satélite (1957-1958)
Han tenido algunos cambios a lo largo del tiempo: originalmente tenían los colores blanco, amarillo y ocre, pero con motivo de los Juegos Olímpicos de 1968 se pintaron de color anaranjado para generar un juego de contrastes entre las torres y el cielo.
Casa Gilardi (1988)
Otro de los elementos más representativos de esta casa es el largo pasillo atravesado por tragaluces de color amarillo. Se trata del último proyecto que Barragán realizó a cabalidad antes de su muerte en 1988.
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Freddy Mamami – Representación a la arquitectura Neoandina