Arquitectura Pos-Pandemia

La pandemia del Covid-19 puso en evidencia no solo la fragilidad del sistema de salud en el mundo y de los propios modelos políticos y económicos del planeta, sino que nos plantó de frente el deterioro desmesurado del medio ambiente, debido a la productividad humana.

Hemos excedimos los límites de la explotación de los recursos que nos proporciona la naturaleza, desencadenando un mortal virus, que amenaza nuestra cotidianidad y supervivencia.

Esta razón es suficiente para cambiar nuestro actual modo de vivir. Es urgente hacer un alto en el camino. Es necesario plantear nuevos hábitos, que estén en equilibrio y armonía con la naturaleza.

La arquitectura al igual que otras ciencias juega un papel importante en este nuevo reto, estableciendo criterios de diseño y construcción en pro de la disminución del impacto ambiental, en sintonía con la naturaleza y en concordancia con conceptos de la calidad de vida y la dignidad espacial de un lugar habitado.

Gracias a la arquitectura emergente, hoy tenemos soluciones prácticas; a través del diseño y por medio de estructuras portátiles de fácil armado, se brinda capacidad hospitalaria en países que así lo requieran.

Por esto en el presente artículo me refiero a dos aspectos: las cosas por cambiar y las cosas que se deben continuar para superar la crisis actual y para prevenir futuros y eventuales peligros para la humanidad.

Unidades habitacionales

En estos tiempos de pandemia nos hemos dado cuenta de que la mayoría de nuestros espacios habitados no cuentan con los más mínimos estándares de calidad y confort, lo cual menoscaban la dignidad humanada.

A través del diseño debemos responder a problemas reales con soluciones prácticas y convenientes. La arquitectura no solo permite brindar abrigo o techo, como parte de una necesidad básica, sino que, también, ofrece calidad de vida.

Los conceptos asociados a calidad de vida deben estar presentes en la mente de todo arquitecto a la hora de diseñar y por ningún motivo se puede olvidar ni mirar con desdeño el propósito de un mundo sostenible y sustentable. El Covid-19 nos dejó al desnudo. El mundo entero nunca había permanecido en casa durante tanto tiempo. Solo Europa, en las dos conflagraciones mundiales había experimentado este “encierro”; un doloroso “encierro”, del que hoy pocos se acuerdan y cuyos detalles lo encontramos en innumerables libros y películas.

Hoy nos damos de cuenta que nuestras casas no están aptas para habitarlas, cada vez son más estrechas y reducidas. En cincuenta y cuatro metros cuadrados o menos, en muchas ciudades latinoamericanas y de otros países viven más de cuatro personas.

Debemos lograr que esta mentalidad mercantilista de la pobreza que prima en las políticas de vivienda de interés social y en sus constructores sea suprimida de todo propósito adaptativo como unidad habitacional.

Esto va en contra de nuestra ética profesional y de nuestro propio juicio como arquitectos, para esto debemos solucionar problemas de hacinamiento con una especialidad apropiada; a través del diseño debemos responder a los retos que se nos presentan, somos partícipes del vivir de nuestros conciudadanos.

Urbes y metrópolis insostenibles

En una escala mayor, observando la relación que tienen nuestras ciudades con el ambiente natural, el panorama no es nada grato. Estas son focos de contaminación y despojo natural, no están en armonía y en equilibrio con la naturaleza. Hay profundos contrastes urbanidad y ruralidad.

La urbanidad carece de aspectos existentes en la ruralidad. La ciudad es un asentamiento que cumple unas funciones político-administrativas de una población, pero que deja a un lado toda representación de vida silvestre, perteneciente al contexto donde se encuentra implantada.

Para no romper con toda la vida propia de los suelos de las ciudades, debemos priorizar sus aspectos socioambientales, creando una armonía y un equilibrio con la naturaleza. Para esto debemos respetar y/o generar espacios verdes, con esto evitaremos que sean focos de contaminación en todo sentido. Es preciso poner en primer lugar la dignidad del ser humano, que también lo hace sujeto de ambientes saludables.

De esta manera estaríamos reduciendo de alguna manera enfermedades que nos aquejan actualmente por la contaminación en nuestras ciudades.

Arquitectura emergente como solución a la crisis sanitaria

No todo es cuestionable. La arquitectura, también, ha respondido a la crisis sanitaria que actualmente vivimos. A través de unidades emergentes de rápida construcción, nuestros arquitectos han permitido el aumento de la capacidad hospitalaria. Hablo del proyecto de domos de aislamiento, desarrollados por la Facultad de Ciencias del Hábitat, de la universidad de la Salle, de Bogotá Colombia.

Mediante una estructura geodésica, a partir de una geometría poliediral, se forma una unidad portátil de fácil ensamblaje y bajo costo, que en su interior permite instalar equipos médicos para la prestación de un servicio hospitalario.

Como esta hay un sinfín de ideas transformadoras que, con diseños arquitectónicos respetuosos de la dignidad humana se solucionan problemáticas reales y de contexto actual. La arquitectura emergente es un campo de la misma arquitectura que permite experimentar y replantear modelos de habitar, comprendiendo la diversidad de las circunstancias que se presentan en todo momento.

Es momento de acelerar y de responder con soluciones de vivienda sostenibles en todas las ciudades. Es urgente generar espacios agradables para todo morador. Esta pandemia nos deja muchas enseñanzas. Debemos seguir trabajando igualmente por la construcción de un mundo más justo, en donde la arquitectura sea partícipe de la reducción de las brechas de inequidad y contaminación en todo sentido.

En adelante, desde la academia y desde el sector real el objetivo debe ser la formulación, planeación y construcción de ciudades sustentables; que esta crisis sea motivo de reflexión sobre el ejercicio de nuestra profesión como arquitectos. Nuestro imperativo debe ser la generación de cambios positivos, a través de nuestro trabajo responsable en la investigación y el diseño innovador dirigido a seres humanos, hombres y mujeres dignos de respeto y consideración.

Y ahora, ¿cómo te imaginas una arquitectura pos- pandemia?

Muchas Gracias a nuestro Primer Ganador del Concurso por este articulo!?:

-Oscar Robayo

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